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La conversación con Bernard ha dejado huella en Fritz que sigue pensando a cuanta gente y cómo afectaran las lineas que traza en un mapa.

Nada como una dosis de realidad, como el contacto con una persona real, para convertir esos planos y lineas en algo de verdad.

Aún falta un mes pero Fritz ya necesita pensar en las vacaciones de verano y en relajarse de la tensión que está viviendo y está por venir.

Parece que la charla sobre la gasolinera dio sus frutos y por fin empiezan a verse avances en el diseño del muro.

Parece que, tome la decisión que tome, Fritz no acertará. Una primera aproximación sobre el terreno le hace ver que no será fácil.

Por mucho que se pretendan llevar las cosas en secreto, incluso las grandes ciudades como Berlín siguen siendo pueblos donde todo se sabe.

La importancia de fijarse en los detalles. Fritz y los miembros de El Comité se dan cuenta de que van a tener que hilar muy fino

Fritz decide convertir esa linea imaginaria sobre un mapana en algo físico y recorrer esas calles que algún día cambiarán para siempre.

Pequeños detalles, como ir a comprar su tabaco preferido, hacen a Fritz comenzar a tomar conciencia de en qué está trabajando