Pues sí, me lo estoy planteando dejar Substack , pero antes de contarte por qué, te cuento qué es para mi este boletín.
Muy sencillo, no es la primera vez que lo comento: es una forma de sentarme contigo un ratito por la mañana los domingos para compartir café, tostadas, sol de la mañana, paseo tranquilo… Es mi forma de sentir que estoy contigo y que estás ahí. No es una newsletter/boletín al uso donde te cuento lo que hago y te anuncio el podcast, que también, pero mi objetivo principal no es ese.
Para mi este boletín es correo electrónico. Es un mail, algo directo, algo entre tú y yo, aunque por razones técnicas tengo que usar algún sistema como Substack o similar para hacértelo llegar. Disfruto escribiendo esta segunda parte y, aunque muchos pensarán que para esto podría escribir en el blog, el correo tiene un encanto especial. No tienes que ir a buscarlo. Llego, como el panadero en los pueblos, a la puerta de tu casa.
Sabes también que me encanta recibir comentarios. Se decía antes, en la edad dorada de los blogs, antes de que el único interés por escribir uno fuera monetizarlo, que los comentarios son la vida de los blogueros. Saber que lo que escribo lo lees, te gusta y te motiva lo suficiente como para dedicar unos minutos a escribirme, me da la vida. Sé que en un correo es más complicado pero lo que tampoco quiero es sentir que, si quieres comentar, te estoy forzando a dar tus datos a una plataforma que no conoces, como puede ser substack, para decirme algo. Realmente no hay una conexión directa entre nosotros, todo debe pasar por ellos.
En el fondo, es otra red social y cada vez más. Con promociones, destacados, notas (twits), podcast, ahora videos… quieren ser el nuevo Facebook, pero para eso ya está Facebook, no lo necesito.
Esta reflexión viene empujada, y le doy todo el mérito y las gracias por abrirme los ojos a algo que tenía y no veía, a Pol Rodriguez de Mumbler. A través de su Mumbletter me llegaron estas reflexiones. Como Substack en realidad es una red social que fomenta el uso de su aplicación, que te des de alta, que te sigan en lugar de suscribirse… Creo que es algo que veía que pasaba sin darme cuenta. No encontraba qué pero algo me chirriaba y es que tú no me puedes mandar un correo de vuelta a este. Tienes que entrar en la aplicación, darte de alta, y comentar allí. No somos tú y yo, es una red social.
Lo primero, darte las gracias si eres de esas personas que se han tomado la molestia de hacer el esfuerzo de darse de alta para darme un me gusta o suscribirte. Lo segundo, anunciarte que este boletín tiene los días contados aquí.
Te he comentado que quiero tomar unos días de vacaciones y aprovecharé para migrar. Por suerte, todos los boletines los he publicado en mi web, siempre la web. desdemipuntodevista.es, aunque supongo que lo sabes, así que nada se pierde. El siguiente paso será decidir si finalmente me decido por Mailchimp como plataforma para hacerte llegar el correo o si lo hago directamente desde el blog.
Algo me hace querer tener esto por separado, ya te digo, ese correo especial entre tu y yo, así que seguramente migre tu correo a Mailchimp en breve. El primer correo será para avisarte, en un par de semanas, y si no quieres estar ahí siempre te podrás dar de baja. Mailchimp cumple escrupulosamente con las leyes de protección de datos y ofrece claramente esa opción, aunque espero de verdad que te quedes 🙂
Lo dicho, es un anuncio para dentro de unos días pero como la chispa se me ha encendido esta semana, lo quería compartir ya contigo.
Como siempre, puedes dejar comentarios donde mejor te venga pero mi correo dagarin@dagarin.com, es la forma más directa. Ahí o en la web.
Pasa buen domingo y si eres andaluz como yo, felicidades por adelantado por nuestro día de Andalucía.