¿Es Linux tan gratis como se dice?

Linux

Estos días ha habido movimiento en el mundo Apple. Se han presentado nuevas maquinitas que, salvo una, son simplemente actualizaciones internas de cara a que todo esté ya preparado para la Inteligencia Artificial de Apple. Así dicho no suena apasionante, y no lo es demasiado, y sin embargo aquí estoy dudando entre varios modelos a ver cual me compro. Porque uno sé que me voy a comprar.

Alguna vez, bastantes, he hablado de que lo que me gusta de Apple es que funciona. Como decía Steve Jobs, It just works. Simplemente funciona. Ese ha sido siempre su lema. Hasta hace poco, que están perdiendo un poco el norte (de eso ya te hablaré otro día) en sus presentaciones apenas había datos técnicos. Ni que procesador usaban, memoria interna, tipo de pantalla, … Esos tecnicismos quedaban relegados a los frikis. Aún mantienen parte de esa filosofía cuando en las presentaciones no te dicen “tenemos una batería de 5.000 mAh». Ellos van a lo práctico. Con este móvil podrás ver video durante 20 horas seguidas. Listo. Lo llevan a tu terreno, a algo que sepas entender.

Una vez conoces el sistema de Apple, todo es así. Todo es sencillo y funciona. Y que Dios te pille confesado si algo no funciona porque poco podrás hacer. Ellos hacen sus sistemas cerrados, te dan opciones, pero no te muestran las tripas. Todo corre bajo un amigable entorno que te lo hace todo fluido y sencillo. Sacas tu ordenador de la caja y ahí lo tienes listo para funcionar. Con su programa de correo, calendario, agenda, procesador de texto, navegador… It just works.

Intenta hacer eso con Linux. Con ese maravilloso sistema operativo que, seguramente, ni conozcas. Si eres ese lector que sí que lo conoce y lo disfruta, enhorabuena y ya sabes que yo, a ratos, también. Pero no lo quiero en mi día a día.

Linux es gratis, lo puedes montar en casi cualquier ordenador, no necesita apenas recursos y los hay de mil formas y colores, pero amigo, esto no es instalar y listo. Que no te engañen con los “Ubuntu ya es como Windows, que lo reconoce todo”, porque no es verdad. Muy pronto empezarán los peros. “Pero es que para que te funcione la pantalla tienes que…”, “Pero es que para poder acceder al correo con algo decente tienes que…” y así todo. Esa es, además, la esencia y la grandeza de Linux.

La pregunta que se hacía Marcos Merino en este artículo de Genbeta, germen de este boletín, es precisamente esa. Su grandeza es su debilidad y su gratuidad conlleva un gasto en tú tiempo que no vas a necesitar en otros sistemas. ¿Cuanto vale tu tiempo? Ya sea en el trabajo o el poco tiempo que tenemos en casa. Tu elección es si quieres tener un Windows/Mac que sabes que va a funcionar bastante bien si que tengas que hacer ningún esfuerzo o si prefieres gastar tu tiempo configurando y optimizando Linux.

Por supuesto luego estamos los frikis que nos ponemos con una consola a teclear comandos con letras blancas sobre fondo negro y flipamos. Y disfrutamos haciendo un script, rebuscando en foros, reinstalando 20 veces lo mismo hasta que, al final, conseguimos dominar a la bestia. Pero esos somos nosotros, los apasionados por esto, los que dedicamos tiempo a eso como quien lo dedica a hacer punto de cruz, cocinar pasteles o moldearse los músculos en el gimnasio. muchos lo hacemos por pasión y afición y lo disfrutamos.

Pero no, que no te engañen diciendo que es gratis. No lo es. Si no eres de estos que te he dicho antes, paga tu licencia de Windows, compra un PC/Mac ya montado y piensa en las horas que te has ahorrado en quebraderos de cabeza.

Ea, pues ahí te dejo y me da que alguna ampollita levantará esto. Comentarios por aquí o por Telegram. Te dejo, como siempre, lo de siempre.

Lo de siempre

Recuerda que puedes seguirme en:

Puedes ver la versión en video de este podcast en ⁠Youtube

Y por supuesto puedes escuchar este podcast en:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio