Valencia

Informar sobre La Dana del siglo

Buenos días de domingo. Hoy me vas a permitir que comience este boletín mostrando mi apoyo y enviando mis ánimos a todas esas personas que ha sufrido los efectos de la Dana por la zona del Mediterráneo y por los pueblos del interior de Málaga.

Por suerte, toco madera, nunca me ha tocado vivir algo así en primera persona. Por desgracia sí que me ha tocado vivirlo en gente cercana. Una compañera de trabajo hace unos años y en esta ocasión una amiga de Valencia que ha estado más de 24 horas sin poder contactar con sus padres, sabiendo que estaban en zona peligrosa, que estaban siendo tocados por el agua y sin poder ir porque las carreteras estaban incomunicadas. Y otra compañera de trabajo que le ha tocado de lleno y ha tenido que ver como rescataba a su hermano la Guardia Civil.

Son sólo dos casos de los miles de estos días pero que me ayudan a sentir de cerca la tragedia que se ha vivido así que lo dicho: mucho ánimo para todos los afectados y mis condolencias para los que han perdido seres queridos.

Ahora volveré con el tema, pero quería empezar mandando este cariño y ánimo a quienes están sufriendo. Ahora lo que te voy a contar es de qué va el podcast de la semana, que yo cada domingo vengo a hablar de mi podcast.

Ha tocado hablar de otro de los temas candentes de estos días: las denuncias a Íñigo Errejón por agresión sexual. He preferido hablar desde el lugar de la víctima, o víctimas, y del entorno del Sr. Errejón en vez de hablar de los hechos en sí. No sé, creo que el tema de para hacerse un par de preguntas así que te las planteo en el podcast. Te dejo el enlace a Spotify donde puedes ver o escuchar.

Lo de La Dana

Permíteme que lo escriba así con mayúsculas porque aunque a estos fenómenos meteorológicos no les ponen nombre como a los huracanes y las borrascas, la que ha liado esta Dana no es poca cosa. De hecho he leído por alguna parte que es de los fenómenos naturales más catastróficos registrados en España, poca broma.

Los datos de La Dana los habrás escuchado, leído, visto… por todas partes. Casi no se ha hablado de otra cosa esta semana por ninguna parte así que no me voy a repetir. Mis condolencias y mi sincero ánimo los he enviado al principio a toda la gente afectada, así que voy a lo que me ha llamado la atención, a lo que he visto desde mi punto de vista: la información.

Hablo en este caso de La Dana, pero es extrapolable a cualquier tragedia. ¿Cuantas veces has visto en tu Facebook, Instagram, TikTok, Twitter… la foto esa desde el aire, no sé si desde dron, de las calles inundadas de Valencia? Estoy seguro de que sabes a la que me refiero. Todo el mundo la ha compartido, a todo el mundo le ha impactado. Seguramente a ti también te impactó la primera vez. Quizás la segunda, puede que la tercera. La decimoquinta vez que ves esa imagen la pasas, como un video de gatitos que no te interesa. Ya no te impacta.

Y así con todo. Con las imágenes y los datos. A fuerza de repetir, de querer sensibilizar, nos encontramos con un bombardeo constante de imágenes muy similares, si no las mismas. Imágenes grabadas por alguien con el móvil de unos contenedores nadando, de unos coches apilados, de una señora arrastrada por la corriente… Son imágenes que vemos por redes y en medios de comunicación.

Los periodistas se afanan en sensibilizarnos, en que captemos la magnitud de la tragedia, que es inmensa. En que sepamos que necesitan ayuda, que cualquier mano bien aprovechada es bien venida. Que si conoces a alguien que pueda ayudar, le informes, si tienes datos de algún desaparecido, lo que sea.

Se buscan testimonios de personas que lo han perdido todo, de montañas de muebles apilados en las calles porque ya no sirven de nada en las casas… Y mientras los que no hemos vivido nada de eso nos vamos acostumbrando y anestesiando, los que están en esa tragedia o han vivido similares, no soportan ver ese dolor porque les lleva al suyo.

Es complicado. No quiero desmerecer el fantástico trabajo que creo que en general hacen los medios. Lo que creo es que, como sociedad, estamos sobreinformados. Llega un punto en que tanta información te hace desconectar. Creo, como siempre una opinión.

Es, por supuesto, difícil. Hay que informar, hay que transmitir ese dolor y hacer llamamientos a la calma y a la ayuda, no se me ocurre discutirlo, pero creo algo está fallando. No sabría decirte qué, ahí lo dejo por si quieres reflexionar.

PD: No he querido hablar de saqueos, trifulcas políticas, bulos e historias varias. Creo que no es el momento de nada de eso.

Lo de siempre

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