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Lo de TikTok en Estados Unidos

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Si no vives en una burbuja te habrás enterado que Estados Unidos tiene nuevo/viejo presidente. Donald Trump vuelve a la carga más fuerte, mas naranja y más radical que nunca. No voy a hablarte de él pero si de que, gracias a él y su nueva política de hacerse amigo de las redes sociales, TikTok vuelve a estar operativa en USA.

Por si no lo sabes TikTok, la red que despegó durante la pandemia poniendo en jaque la hegemonía del conglomerado de Meta (Instagram/Facebok/Whatsapp) fue prohibida por ser peligrosa para la seguridad nacional estadounidense. Desde China pueden influir en lo que piensa y hace esa sociedad usando sus oscuros algoritmos y eso no puede ser. Ahora, si estaban dispuestos a vender el control de su red a una empresa patria, sin problema. No está bien que venga alguien de fuera a manipular a las masas pero si los que las manipulan son los que les gobiernan, perfecto. En fin, no voy a entrar en ese tema hoy, quizás otro día.

La cuestión es que por imperativo legal TikTok tuvo que dejar de operar el sábado pasado, 18 de enero, antes de que entrara en vigor la prohibición el día 19. Así lo habían dictado jueces, tribunales y demás, pero Mr. Trump aseguró que iba a conceder una prorroga de 90 días (finalmente han sido 75) para que siguiera operando mientras se buscaba otra solución. Dicho y hecho. Antes de ser presidente aseguro a todo el mundo que eso iba a ser así y el mismo Domingo, unas horas después de apagarse y unas horas antes de que Trump fuera presidente y firmase la prórroga, TikTok volvió a las pantallas de los móviles de los ciudadanos de Estados Unidos.

De toda esta movida y sin entrar en detalles éticos o morales, que quizás haga otro día, me he quedado con una frase que leí no recuerdo en que medio: millones de personas y pequeñas empresas que vivían de internet se habían quedado sin trabajo. De repente, la fuente de ingresos de todos esos creadores de contenido había desaparecido. Porque supongo que tú también sabes que hay gente viviendo de crear contenido en redes. Única y exclusivamente de eso.

Otros muchos reciben un sobresueldo mayor o menor, hay incluso agencias de representación, como las de los actores, que llevan las cuentas y el contenido que crean estos influencers. Por no hablar de las pequeñas y medianas empresas que viven también de las ventas que se generan a través de sus apariciones en las redes. De pronto todas estas personas, millones, se habían visto despedidas de manera fulminante.

Trabajando para TikTok

En el fondo, si le das un par de vueltas, te das cuenta de que todos esos emprendedores que se piensan que han creado un negocio y que son sus propios jefes, en realidad no lo son. No son más que asalariados de esas redes y corren el mismo riego que quien trabaja para una empresa “convencional”. Este es el ejemplo de una gran empresa que quiebra y sus trabajadores se van a la calle, ademas sin derecho a a desempleo ni nada. Pero también puedes extrapolar el despedido de una empresa convencional cuando estas redes, por el motivo que sea, deciden sepultar tus contenidos con su algoritmo.

Porque decides no adaptar su contenido a lo que ellos demandan, porque dejas de darles material un tiempo, porque deciden que ya no quieren gente que baile sino gente que monte a caballo… Estas a expensas de un jefe con el que ni siquiera puedes negociar.

Ojo, no me malinterpretes. No pretendo menospreciar lo que hacen ni restarles mérito. Son gente, en general, que se lo curra una barbaridad, pero me da que muchas veces no somos conscientes del peligro que se corre cuando decides poner tu vida en manos de esto pensando que eres un autónomo y que haces lo que quieres. Por desgracia no es así. Y esto que ha pasado con TikTok durante menos de 24 horas en Estados Unidos puede pasar en cualquier momento con otra red en cualquier otro rincón del mundo. O incluso de manera global.

No es por quitarte las ganas pero, si estás pensando en meterte en eso, ten siempre un plan B e incluso un C porque nada es para siempre. Acuérdate de Tuenti. O quizás ya ni lo recordamos.

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