Esta entrada sobre medicina de guerra la escribí en junio de 2020: Revisando estos días el blog para ponerlo a punto, me he encontrado esta entrada en borradores, no la llegué a publicar, no sé porqué. Me ha vuelto a poner los pelos de punta al volver a leerla y ver el video así que me parece que, aunque fuera de tiempo, merece la pena publicarla. Ahí va.
Pues parece que el tema de la pandemia me ha dejado más tocado de lo que imaginaba. No tanto a nivel personal, que parece que sí me ha cambiado este tiempo de confinamiento y de estar conmigo mismo, como a nivel de reflexiones. Y estos días reflexiono sobre el tema de la medicina en tiempos de pandemia.
Medicina y sanidad
Vaya por delante mi alegato en favor de la Sanidad que tenemos en este país. No entraré en la merma que ha sufrido desde 2007, no entraré en los contras de la privatización que sufre y que quieren que vaya a más. Esas reflexiones si eso ya tal otro día.
La Sanidad Pública es sin duda el mayor logro del siglo XX y por mucho que algunos se empeñen en desmantelarla se ha demostrado totalmente necesaria. Da igual el dinero que tengas para pagar seguros y clínicas privadas. No puedes vivir en un país donde, en casos como este, no pueda atenderse a todo el mundo porque te acabara afectando.
Así que lo dicho, por delante mi agradecimiento a todos los sanitarios que se han jugado su vida, literalmente, para salvar la nuestra.
Medicina en tiempos de guerra
No sé si habéis visto este video de La Sexta donde se da una charla sobre como atender a los pacientes con COVID-19. Son 5 minutos que os recomiendo ver y que os aviso que son muy duros.
Es terrible escuchar como tienen que distanciarse de las personas y tratarlos como números. Casos. Pacientes. Estadística. Tiempo de vida. Aquí se trata de años recuperables, no de años de vida. Me parece terrible pero total y absolutamente necesario.
En toda situación de crisis como ha sido esta, hay que dejar muy de lado la emoción, por duro que resulte, y ser pragmático. Es la única forma de funcionar. Cuando no vas a llegar a todo, y sabían que no iban a llegar a todo, no queda otra que usar la frialdad y la inteligencia para funcionar y hacerlo lo mejor posible con lo que tienes.
Las residencias de ancianos denunciaban que sólo recibían morfina para los ancianos. Calmarlos y darles un paracetamol, básicamente, para ver si salían por si mismos. Así de duro ha sido. ¿Lógico? ¿Admisible? Es lo que ha sido, no ha habido más.
Lo que nos han vendido
Por lo que he leído más escondido, no en los grandes titulares de grandes medios, lo que hemos pasado es mucho más terrible de lo que nos han vendido. Hemos visto algo de la morgue en el palacio de hielo de Madrid, algún que otro video cámara oculta de urgencias pero nada se acerca a la realidad.
Al final nos han servido números. Cifras que, a base de repetirse, se hacen frías. No creo que ninguno hayamos captado la magnitud de lo que se ha vivido en los hospitales. Ni por parte de los enfermos ni de los sanitarios. Por lo que he sabido, ha sido prácticamente una situación de guerra.
Podemos echar la culpa a los recortes, a la falta de previsión, a los medios escasos… pero lo cierto es que nadie podía estar preparado para algo así. Se ha vivido medicina de guerra total. De esa de inesperada, de esa en la que no puedes sentir sino pensar con la mayor frialdad posible.
No, nadie estaba preparado. Se podía haber hecho mejor, se podía haber estado más preparado, posiblemente, pero estas situaciones desbordan cualquier sistema.
Es duro escuchar ese pero creo que es incluso necesario para tener una idea de lo que ha sucedido. Médicos asumiendo el papel de dioses, decidiendo quién vive o quién muere. O al menos a quien intentaban salvar y a quien dejaban a su suerte.
No creo que ellos hayan querido ese papel. Estoy seguro de que ellos hubieran querido luchar por todos y cada uno de los enfermos, pero todo tiene un límite.
Si, ha sido medicina de guerra durante semanas, ha sido duro para todos, y creo que tardaremos mucho en darnos cuenta de lo gravísimo que ha sido… si es que un día llegamos a comprenderlo.
Cositas de Málaga
Estar guarnío en Málaga, y otras zonas del sur, es estar hecho misto, no tener cuerpo pa’ na’. Eso que te pasas todo el día haciendo una mudanza, tuya o del amigo de turno que te engancha, y cuando llega la noche sólo quieres una ducha y tirarte en el sofá a vegetar. Eso es estar guarnío. Sobre el origen de la expresión, hoy no he encontrado ninguno claro ni convincente así que si tú lo sabes, déjamelo en comentarios.
La imagen
La recomendación
Rabbit Hole (SkyShowtime): Como he leído por ahí, una serie del subgénero Kiefer Sutherland haciendo de Kiefer Sutherland contra todos para salvar el mundo. Malos malísimos, giros de guión cada 15 minutos, buenos que no son, muertos que si eso ya tal para luego resultar que cual… Un carrusel de entretenimiento, disparos e intrigas con la privacidad y la mentira como telón de fondo… pero eso es lo de menos. Aquí la cuestión es que no se te olvide que el protagonista se llama John Weir y no Jack Bauer, aunque a veces cuesta. 8 capítulos de entretenimiento sin más, que a veces es lo que necesitamos. No le pidas coherencia al guión, sólo déjate llevar.
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